ELFMILK EN PRIMERA PERSONA. Una charla
Entrevista: Solange García
— ¿Qué es Relocation?
Elfmilk: “Si pensamos en el estilo de Xavi (Baviera) podría haber sido un disco de free jazz, pero fue al revés lo que tratamos de hacer fue algo más narrativo y melódico. Porque además, la verdad fue que se dio solito. Un día me habló Xavi para ver qué onda, para tocar (juntos) en vivo y después de reunirnos solito salió todo. Nunca nos dijimos nada y comenzamos a tocar, así nada más y empezó a fluir la música. Y siento que así es como la música funciona. La música no está cuando tú quieres, la música está ahí cuando ésta quiere. Aunque parezca muy esotérico pero así es”.
Xavier: “Nunca pensamos en que saliera algo que pensábamos, psicológicamente te preparas, pero la música sola aparece”.
— ¿Creen que con este disco lograron redondear su concepto?, y ¿hasta dónde se permitieron el uso y presencia de la tecnología para su creación musical?
Elfmilk: “Creo que pudimos contener totalmente el uso de la tecnología, para no abusar; por ejemplo, yo llegaba al estudio y tenía una idea. Obvio la traes cuando llegas al estudio, pero no traíamos maquetas ni nada hechas por cada uno, sencillamente nos compartimos las composiciones de un grupo de notas y de ahí comenzamos. Fue muy rudimentario, como volver a los orígenes de generación de música, simple y sencillas notas; ya de ahí lo que obtuvimos lo procesé ya en mi papel como productor en el estudio con las herramientas digitales. En mi caso me dividí en dos personas, una como músico y otra como productor de la misma. E igual después entró “Niko” (Nikolas Klau) para darle más formas a la hora de la mezcla”.
— ¿Es muy difícil conseguir eso, llegar a la simplicidad y lograr algo satisfactorio?
Xavi: “Todo sale de las raíces, todo viene desde atrás, todo va pasando conforme va pasando el tiempo. Es como la misma tecnología, (como artista y persona) vas evolucionando físicamente, mental y emocionalmente, así como profesionalmente. Entonces claro que para este proyecto ha cambiado algo como músico, es como cuando vas a la iglesia y te tomas la hostia, totalmente, es un trabajo de toda la vida. Es cuando logras hacer algo que realmente dices “ahora sí me cayó el veinte”. Fue como una revelación”.
Elfmilk: “Toda nuestra actitud es punk, no somos músicos al final. Siempre he pensado que llamarte músico a ti mismo es demasiado pretencioso, es decir, creo que somos personas que sin querer encontramos algo (en la música) -siempre todo es sin querer-, y funciona y suena bien. Porque también dijimos: si no funciona pues nada, no pasa nada, pero cuando pasa no dura, sólo es un rato. Yo siempre he pensado que no hay ningún grupo en el mundo, no existe, que sin cambiar tenga tantos sparks (chispas) de creatividad. El único creo es King Crimson, porque Robert Fripp siempre cambia de colegas de trabajo, entonces siempre tiene una energía nueva. Con cada alineación tiene tres discos. De eso ya después no puedes más”.
“Cuando llegamos acá y salió algo, le dije a Xavier, esto está increíble, hay que grabarlo. Y ahí está el disco. Y chance tenemos otro disco más, y otro más, pero hasta ahí, nos decimos: nos vemos en 10 años a ver qué pasa”.
—En la cosmogonía musical y de vida de Elfmilk, de cada uno de ustedes ¿qué influencias, directrices, alegrías y/o lamentos hay, si es que hay de estos últimos (risas)?
Xavi: (Risas) “Creemos que este disco es como si Miles Davis (jazz) se integrara a la música de Black Sabbath (heavy metal): del jazz y el metal salió algo nuevo. Algo que nunca se hubiera imaginado un jazzista y un metalero de hueso colorado. Para nosotros… hemos llegado un punto en el que nuestras referencias, inspiraciones, influencias lograron conjuntarse y hemos llegado a lograr algo nuevo para nosotros claro. En mi caso el jazz, el soul, el metal, el rock n’ roll… esas son mis raíces”.
Elfmilk: “Cada que escuchas algo en tu vida, se siembra algo en tu cerebro. Creo que la música hace que te sientas bien porque como persona la música te conecta, creo que es la conexión más espiritual del ser humano; yo sí creo que cuando un músico o una persona que crea e interpreta música se conecta es como si estuviera conectado con Dios, eso es para mí. En tu cerebro se conecta la música y de ahí sale todo lo que te ha pasado en la vida y la inspiración te lleva a crear”.
— ¿Qué tanto les importa la retroalimentación con el público?, en términos de la industria musical…
Xavi: “Eso se va ir dando solito, a mucha gente puede gustarle o no (lo que hacemos), puede ser que para mucha gente les parezca algo que no entiendan; porque yo sí creo que nuestra música está un poco avanzada, en términos que igual no está muy al alcance de las masas; en mi caso siempre he trabajado con músicos que están a la vanguardia (en México): Rebeld’Punk, Decibel…, entonces sí creo que este disco está fuera del alcance de la mayoría de la gente pero en contraste creo que en este momento hay un cambio, o se busca un cambio, radical, en el arte, en la vida misma. Así que creo que también mucha gente que escuche nuestra música la va a entender. Esto (su música y nuevo disco) es parte de un cambio total”. Elfmilk: “Siempre he pensado que la música la entiendes o no; obviamente el oído se va haciendo más perceptivo. Yo creo que esto (su música) es para decir: ‘escúchalo, dale chance’. Es todo un concepto pero no es un disco conceptual (en los términos) de rock progresivo. Pero es toda una idea de cómo vas pasando por diferentes etapas en tu vida y al final de cuentas decides moverte a otro lugar. Y ese es el disco: cómo acabas en otro lugar y siempre te tienes que mover porque si no, no avanzas, entonces siempre te tienes que mover”.
— Entonces, Elfmilk está pero no está; es decir, hasta en la portada de este nuevo álbum se nota esa ambigüedad, casi no se distingue: ¿sí exponerte pero no tanto?, el arte mismo se entiende y no; se lee y no; se sabe quién o quiénes son y no al mismo tiempo?… ¿Quieren estar como en el anonimato y lo que quieren es que la música hable por sí sola?
Elfmilk: “Sí, es eso al 100%, la música al final va hablar. La cosa es esta: obvio estamos abiertos a que la gente lo critique y entiendo si a alguien le gusta o no, pero no estoy enfocado en eso porque la música la hicimos para nosotros al final. Y también sé que tenemos buen gusto, entonces sabemos que si algo estuvo bien, si algo nos hizo sentir, entonces a la gente le va a gustar. Ahora no estamos haciendo música para las masas, eso es un hecho. Nunca buscamos hacer un gancho, venimos de otro background completamente, digo, el disco pasado yo creo que nadie en México lo escuchó, no sé, pero las reseñas vinieron de afuera -The Wire (Inglaterra), Aquarius (San Francisco) y de otros medios en Estados Unidos principalmente, por ejemplo-. Entonces creo que con este nuevo disco hay que darle chance a que caiga, a convivir con el disco un rato, a que se escuche. A mí me encantó claro y estoy feliz”.
“No se parece a nada. Si se hubiera parecido a algo lo hubiéramos frenado; creo que competimos con quien sea, digo mucha gente se va a burlar de esto que digo, pero sigo creyendo que en México idolatran mucho a los artistas de afuera, pero yo no tengo miedo (de medirme) con nadie, si me llegaran a poner (a tocar) con Black Sabbath, siento que somos igual de capaces ambos.
— Eso es un buen punto, ¿existe en México un complejo de hacerse menos?, hasta ahora y de unos años para acá los mexicanos ya están demostrando que no tienen ningún complejo de inferioridad ante el extranjero ¿no?…
Elfmilk: “Pues en verdad no lo sé, pero nosotros no tenemos miedo de nadie. Aunque hay que tener en cuenta también que en México se sigue siendo muy malinchista; algunas personas diré, pero en realidad no nos preocupa nada de eso, ni dentro ni fuera pues nos sentimos seguros de lo que hacemos”.
Xavi: “No la verdad es que nos preocupa más por eso mismo el mercado europeo u otros que el mexicano, ¡Ja!” (risas).
Elfmilk (un poco más serio): Por lo mismo, porque aquí sí creo que persiste ese malinchismo en muchos aspectos todavía, incluida la música.
— Para finalizar, les gustaría describir ¿qué es este disco?, ¿qué es Elfmilk y su Relocation?
Elfmilk: “Pues sobre este disco -porque ya se está cocinando otro-, (puedo decir) es sólo un concepto donde lo que importa es la música. No creemos en ser una marca, eso lo hicieron The Beatles, The Who, a mí no me importa describirlo nada más le pusimos un nombre para que la gente lo identifique pero lo que importa es la música.
Xavi: “La gente se va a dar una idea de lo que es; desde que nos nombren y por ahí van a empezar a definirnos”.
Elfmilk: Para mi es música cósmica, espiritual. No puedo copiarle a John Coltrane ¿verdad? (risas) ¡pero eso es!. No es rock, no es pop, no es jazz… bueno jamás diría “Yo” que es jazz; jamás podría ser tan pretencioso para pensar que sí sé tocar jazz, Xavier sí sabe, pero yo no tengo ni idea. Y ese es el punto, que no sabemos qué es en realidad, podría ser punk porque sí, hasta cometimos errores –somos humanos igual que todos-. (No es) ni electrónica, ni noise… es que al final lo importante es que “estoy conectado” y es en ese momento lo que nos gustó, lo que nos sonó bien y ya”.
— ¿Cuál dirían es un gran logro alcanzado con este álbum?:
Elfmilk: “Tomamos los momentos espirituales que tuvimos en el estudio y lo trasladamos a un disco”.
— ¿Alguien que sí fue una gran influencia en este material discográfico? Elfmilk: “Justo cuando estábamos grabando se murió Lou Reed; esa sí fue una gran influencia. Algo fundamental para mí de Lou Reed fue el invento del disco Metal Machine Music. An Electronic Instrumental Composition *The Amine & Ring.
Esta entrevista se publicó originalmente en la Revista Marvin, No. 142